Los graves disturbios que tuvieron lugar el pasado sábado en el centro de Barcelona, en los que se atacó con material inflamable a una furgoneta de la Guàrdia Urbana con un agente dentro, han arrojado este martes un balance final de 13 detenidos relacionados con los hechos, 8 de ellos pertenecientes a un grupo violento y organizado. Dichos arrestos se han producido tras diversos operativos policiales, dos de ellos, el pasado lunes en Mataró y Canet de Mar. La policía catalana ha informado este martes de estas detenciones en un comunicado de prensa.
Los ocho integrantes del grupo violento han pasado este martes por la mañana a disposición judicial y han sido acusados de pertenencia a grupo criminal, intento de asesinato y delitos de desorden público y daños.
En este grupo se encuentran cinco hombres y tres mujeres mayores de edad que el pasado sábado, presuntamente, se coordinaron de manera muy violenta para provocar daños en entidades bancarias, comercios y mobiliario urbano. De estos detenidos, seis son de nacionalidad italiana (el pasado lunes trascendió que eran cinco), uno de nacionalidad francesa y otro de nacionalidad española.
Un grupo extremadamente organizado: su 'modus operandi'
Las pesquisas de la policía catalana han concluido que este grupo violento tenía un funcionamiento altamente organizado, por el que, mientras algunos realizaban acciones vandálicas, otros protegían la acción, les daban cobertura y una posible salida para evitar ser detenidos.
En todo momento tomaban medidas de autoprotección para evitar una posible intervención policial. De esta forma, aprovechaban la gran cantidad de personas que se manifestaban para provocar las acciones violentas y generar así la máxima confusión y dificultad a los agentes desplegados.
Ante la evidencia de la marcada agresividad de este grupo de manifestantes, los Mossos decidieron desplegar un dispositivo específico para dar con esta organización y desarticularla. Gracias a la investigación, los agentes consiguieron una orden judicial para entrar el pasado lunes en diferentes naves industriales ocupadas en las poblaciones barcelonesas de Canet de Mar y Mataró. Allí buscaron más pruebas que relacionaran a los acusados con los disturbios.
Los Mossos d’Esquadra mantienen la investigación abierta y no descartan más detenciones vinculadas a estos hechos.
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